
¡Tengo tantas cosas que enseñaros! Pero con paciencia iré colgándolas todas. Mientras tanto una vista, desde mi nave espacial, de la tierra. Y es que esta noche decidí salir un poco del planeta para ver mi vida con distancia. Eso relaja.
Creo que mi camarote de los hermanos Marx está a punto de estallar. Y sí, debería estar acostumbrada pero no termino de poner orden: todos hablan a la vez, todos quieren que les colorée, todos quieren un papel principal en un cuento, todos quieren ser los más guapos y los más ingeniosos y los más estrafalarios y los más aventureros...
Por eso he volado toda la noche. Creo que no ha servido de mucho...
Estoy investigando una desconexión cerebral sin efectos secundarios, lo que es dificilísimo. Es fundamental que la desconexión esté intimamente ligada a un parón en el tiempo, porque si no mi niño aprenderá a contar hasta 100 y yo me lo perderé!!!!
Besos navegantes. Anna, te ai lof yu mucho, jajajajaja!